lunes, 28 de noviembre de 2016

ENTRE LOS "TREPAS" Y LOS OLVIDADOS

Un día encuentro que la Fundación para las Letras Mexicanas anuncia orgullosamente que Olivia Teroba, parte de su comunidad en el área de narrativa, obtuvo el primer lugar en el Concurso Latinoamericano de Cuento Edmundo Valadés 2016, por su cuento Una maleta vacía. La curiosidad me lleva a leer el cuento en: http://www.estepais.com/articulo.php?id=525&t=una-maleta-vacia

El mismo día, leo un artículo acerca de Ricardo Piglia donde dice: “La enfermedad me ha hecho descubrir la experiencia de la injusticia absoluta. ¿Por qué a mí?, se pregunta uno, y cualquier respuesta es ridícula. La injusticia en estado puro nos hace rebelarnos y persistir en la lucha” (http://www.clarin.com/cultura/Ricardo-Piglia-leccion-maestro-tribu_0_1693030681.html).


Esto me devuelve a Modesto desahogo de Tomás Segovia, que Olivia Teroba consigna en su texto como una de sus referencias (porque, según ella, ha leído mucho por voluntad, herencia y destino). Y esta aparente conexión literaria, donde la autora se monta en palabras de gente grande para darle crédito a sus ideas pueriles, me recuerda una entrevista a Roberto Bolaño quien decía que había un grupo de escritores "jóvenes" que hacían su carrera a través de actitudes mercenarias, cortesanas y de pequeños grupos que se elogiaban unos a otros, sin el menos resquicio de vergüenza o crítica honesta. Él los llamaba: trepas (por trepadores).

También, decía que había Escritores que, en su momento, nadie tomó en cuenta y que fueron aborrecidos por motivos artísticos y/o meramente sociales; que muchos de estos habían muerto abandonados, en miseria, sin un mínimo asomo de reconocimiento. Bolaño decía que tan sólo las muertes de estos Escritores ya era un triunfo absoluto sobre esa literatura maquilada por los "trepas".

El cuento Una maleta vacía hace honor a su título, es un egomaniaco autoelogio lleno de clichés de aspirante a literato, de frases cursis, sensibleras e idealizadas y con expresiones u oraciones que, si leíste a los autores que ella enlista, sabes que denotan una grandilocuencia hecha de falsa humildad; esta desafortunada memoria-crónica hecha de solemnes lugares comunes, gana un premio Latoniaméricano. Quizá la menos señalada en este comentario sea la autora, pero así el estado de la literatura, del arte y de los artistas generados en las escuelas de escritores.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Y SE ACABÓ LA MUESTRA NACIONAL DE TEATRO:

Aquí el resumen (muy general, nada profesional y que desea ser irreverente) de un marginado:


MESA.- Identidad legal, derechos y relaciones laborales (domingo 6 de noviembre): sí, seguramente hay muchas formas de comprender la identidad legal, los derechos y las relaciones laborales de la “gente de teatro”, pero lo que a nosotros de verás, de verás, nos gustaría, es que el gobierno nos reconozca como artistas-Godínez.

MESA.- Teatro comunitario (sábado 5 de noviembre): Según la MNT, la definición, significatividad, originalidad y pertinencia del Teatro Comunitario cambia de acuerdo a la moda, la conveniencia o la reunión de ciertas neurosis individuales. Este año se trata del Teatro penitenciario y, si está favorecido por alguien con caché como el Foro Shakespeare y representado por ex presidiarios con renovadas ínfulas de calidad moral, pues ¡¡uff!!

MESA.- Teatro de intención formativa (domingo 6 de noviembre): para qué necesitamos pedagogía y metodología si tenemos ganas y un montón de bibliografía de escritores bien chidos, bien acá transversales y posdramáticos. Excepto la Cátedra Bergman que no anda con payasadas porque se sustenta en la figura del maestro José Luis Ibáñez.

MESA.- Teatro de Intención Artística y Propuesta Estética (martes 8 de noviembre): 1) somos geniales, amigos y reconocidos (con o sin mérito propio); 2) somos geniales y no necesitamos explicar nada… además no podríamos; hacemos obras bien chingonas, claro que, somos incapaces de argumentarlas con coherencia y sentido, pero igual nos vale, nuestra exquisitez debe ser suficiente. P. D. ¡¡¡Todos aman a Conchi León!!!, pero yo… pues no.

MESA .- Teatro de intención en transformación social o política (9 de noviembre): se divide en dos tipos, aquellos que no tienen idea de lo que hacen, que son repetidores de ideas, pero que se sienten bien porque ganan crédito como mártires (y becas de aquí y allá) y, además, sienten que están transformando el mundo hacia la dictadura del proletariado escénico… ser rojillo nunca pasará de moda, además ni se necesitan credenciales, sólo lenguaje posmo. Por otro lado, están aquellos que tienen más buenas intenciones que ideas.

MESA. - Obtención de Recursos (lunes 7 de noviembre): Martín López Brie y Enrique Olmos de Ita en la Muestra Nacional de Teatro… pues el chiste se cuenta solo.

MESA. - Teatro para públicos específicos (jueves 10 de noviembre): Siempre se necesita gente loca que atienda a públicos específicos, algunos de ellos de verdad marginados y otros casi que inventados… ¡Ah!, y otra vez Olmos de Ita. Y, respecto a la participación de Ricaño, que parece causó ámpula en una de las panelistas, opino que por favor ya bájenle dos rayitas, el comentario no fue ofensivo, pero ahora resulta que sólo se le puede hacer crítica, contraposición o, incluso opinar distinto, si se trata de un hombre, heterosexual, blanco y de mediana edad, ¡qué clase de tiranía tan hipócrita!

MESA. - Distribución, movilidad y modelos de programación (martes 8 de noviembre): La Rendija, bien. Luego, lo único rescatable fue la participación del público, especialmente de Fernanda del Monte que le calló el hocico a… ¿quién creen?, sí, de nuevo Olmos de Ita. Para ser tan rebeldoso, este muchacho es bastante institucionalmente metiche.

ENCUENTRO DE REFLEXION E INTERCAMBIO (4 de noviembre): es de lo más sensato que se ha dicho en la 37MNT. Me parece que la autodenominada “gente de teatro”, lo peor que hace es contaminar la escena teatral en los estados. La “gente de teatro” (en su transversalidad, horizontalidad, expansión, y demás bobas vanguardias) termina por contaminar, desde una visión turístico-colonialista, el desarrollo propio de las comunidades. El peor enemigo del teatro, es la “gente de teatro”, ese grupo favorecido por azar o destino que en la práctica se ha conformado como una clase, parecida a la clase política.

MESA.- Teatro Liminal (Viernes 11 de Noviembre): Demasiada gente demasiado geniales (obviamente hay un guiño sarcástico). Me interesó lo de Tarkovski y me enfrió la explicación del proyecto. En general, todos los proyectos sonaron interesantes, sí, pero… algo no cuadra.

MESA.- Experiencias teatrales (Sábado 12 de Noviembre): mesa muy interesante. Quienes participan tienen propuestas para TEATRO, específicas, concretas, con las que, cualquiera interesado en las artes escénicas, debiera estar en contacto.

MESA.- Presentación de conclusiones (sábado 12 de noviembre): Yo considero que las cuotas de género no funcionan. Según quienes dieron las conclusiones, lo mejor es esa verticalidad de la que tanto se quejan. También, en la Muestra Nacional, evento hecho para discutir, no hay tiempo para discutir. Y según ellas, la Muestra realizada por y desde la institución no tiene qué ver con la institución; bajo este supuesto, cualquiera puede ir y presentarse y exponer, pero no es así. La institución siempre sí determina quién, cómo, cuándo y dónde, ¿entonces, es o no es?
Por otra parte, la conclusión es que cada quien se arregle como pueda y cuando tengas algo que valga la pena (según ellos y bajo sus incuestionables y oscuros criterios), que todo se concentre en la institución; claro que, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Centro Nacional de las Artes y la Coordinación Nacional de Teatro, no puede responsabilizarse sino de aquellos que, como ahora, sean los elegidos (bajo incuestionables y oscuros criterios). Que todos hagan de todo, que la Ley dé seguridad social a los artistas y regular lo que por naturaleza no podría regularse, mucho menos de la manera en que se plantea; y demás fantasías de nivel universitario.
Más allá de tal asunto, opino que, por dios, ALGUIEN ESCUCHE A FERNANDA DEL MONTE; por otro lado, que alguien le quite el micrófono a Andrea Salmerón, porque así, de buenas a primeras, me pareció particularmente estúpida.

Al final de todo y viendo los clips de video de las obras seleccionadas, me parece que hubo la pretensión de hacer algo distinto, pero fue más de lo mismo. 

jueves, 10 de noviembre de 2016

La vida es sueño, en versión Claudio Valdés Kuri (o, el triunfal regreso de la papaya cósmica)


Soy una persona que gusta del teatro bien realizado y que detesta las estafas; por lo mismo, casi nunca voy al teatro (esto en la CDMX, en 2016). Si voy a gastar entre $250 - $450 pesos, prefiero que sea en palomitas, refresco y un producto que, aunque carece de calidad temática, por lo menos está bien hecho. No pretendo malgastar mi dinero viendo las torpes y ególatras ideas erradas y falsos conceptos de un ineficaz y mal habido “artista teatral” que además, está allí por el único “mérito” de la amistad, la lambisconería o la insistencia.

Cuando hablo de teatro bien hecho, me refiero a aquellas expresiones escénicas que contienen vitalidad y Verdad, independientemente de su hechura, estilo o corriente; un teatro así, casi nunca se ve en la Ciudad de México y mucho menos en aquello que se encuentra vinculado a las instituciones repartidoras de “cash” (becas, estímulos, financiamientos, etc.).

Sin embargo, de cuando en cuando, por invitación o porque soy un buen televidente, llegan a mí las obras de “la gente de teatro” y es así que canal 22 transmitió La vida es sueño, de Calderón de la Barca, en versión de Claudio Valdés Kuri, presentada recientemente en el Centro Cultural del Bosque. Lo primero que pensé fue que tenía una buena dirección de cámaras, como si lo hubieran ensayado para su grabación en tv; y, aunque no llega al nivel de las producciones europeas, parece que en México ya aprendimos a presentar teatro en video.

Lo segundo que pensé fue lo siguiente: la "adaptación" o “lectura” (que ya es mucho decir), que hizo Claudio Valdés Kuri, resultó en una fantasía jarocho-homo-erótica, propia de un imbécil ignorante que no sabe leer; hecha sobre la escena por (eso parecían) unos imbéciles ignorantes que no saben leer y, por ende, no saben hablar, pero eso sí, muy delgados. Ésta versión logró, sobre la escena, exterminar toda la belleza del texto. Estoy de acuerdo en que los actores tienen que comer y por esto, a veces aceptan participar en proyectos mezquinos, pero esto no los excluye de la responsabilidad de promover la mezquindad, la mediocridad y demás actitudes mercenarias ¿Por qué, cuando se trata de un actor haciendo telenovelas en televisa o tv azteca, se le critica con todo rigor; mientras que un actor en teatro haciendo una obra mezquina, se le trata con consideraciones especiales? ¿Con qué calidad moral se puede criticar la corrupción, cuando actuamos corruptamente en nuestra cotidianidad? Y todavía es peor cuando el actor se deja convencer por ideas estúpidas, ya sea por amistad o por enajenaciones mesiánicas, porque hablar de ideologías es demasiado, en este caso.

Como sea, mientras veía esta obra de Valdés Kuri, recordé que uno entra a la carrera de teatro con prejuicios e ideas preconcebidas que luego se complejizan o se enredan. El asunto es que, cuando se trata de hacer tu primera puesta en escena, quieres meter y hacer notar tus referentes y todas aquellas influencias que consideras nuevas, vanguardistas y auténticas; luego aprendes dos o tres ejercicios de calentamiento, concentración o de técnica teatral y dos o tres estilos y corrientes estilísticas, y también los metes; lo que queda es lo que, anteriormente, se denominaba “Papaya cósmica”, es decir, una mezcla desproporcionada y desbocada  de ocurrencias sin sentido que, inevitablemente, aparecen en cada generación. Y si, además de todo, tienes ínfulas de grandeza porque piensas que tienes una visión del mundo que nadie más tiene, pues la payasada se completa.

Es así que, este montaje de Claudio Valdés Kuri contiene todos y cada uno de los errores que un ignorante primerizo cometería; pero, además, se suma cierta lamentable imbecilidad, cada vez más cotidiana en el “medio teatral”. Era notorio que los actores no sabían qué estaban diciendo, de qué hablaban. Era notorio que había una confusión entre volumen e intensidad, entre proyección, expresión y expresividad; las técnicas más elementales de la representación eran tan deficientes que la actuación terminaba por ser un “ilustrar” nivel primaria el día de las madres, así de acartonado, gritado, sobreactuado, impostado, desarticulado y torpe.


En este sentido, el texto de Calderón fue un mero pretexto para darle un marco dorado a las insufribles fantasías del director. Cuando espectáculos escénicos de la más alta calidad internacional están a dos googleadas de distancias, se hacen todavía más notorios el cliché, así como los recursos desgastados hasta el ridículo y revisitados de manera incompetente. Era notorio el fastidio del público y la nula conexión con la escena. Era notorio que allí no había espacio escénico, no había acontecimiento, no había teatro y con todo, al final el público aplaudió y siguió aplaudiendo en un acto mecánico, como parte del protocolo de asistir al teatro, como aquella persona que enciende el televisor no para verlo, sino para escuchar algo mientras lleva a cabo sus alienantes actividades cotidianas.

miércoles, 15 de junio de 2016

LAS ELEGIDAS, de David Pablos

El fetiche de los conceptos nobles e incuestionables 


Si la frívola, cursi y ególatra conciencia social de Michel Franco fornicara con la pretenciosa, cursi y ególatra fórmula de cine de arte o cine de autor de Reygadas; si además los grabara la torpe cámara de Amat Escalante y tuviéramos como sustento argumental la idea “original” de un intelectual “a la carta” como Jorge Volpi, resultaría un producto como Las elegidas, de David Pablos.


Las elegidas no versa ni reflexiona acerca de la violencia de género, tratantes de blancas ni corrupción; no hace una crítica al sistema, ni a los gobiernos y mucho menos a la normalización del crimen y el asesinato como medios para determinar los modos de comportamiento de la sociedad, pues para tocar esos temas, artística y eficazmente, hay que tener un mínimo de criterio y talento que, por cierto, los antes mencionados no tienen ni de chiripa. Quienes creen lo contrario, me parece que se están dejando arrastrar por la influenza… perdón quise decir la influencia del sesgo ideológico de moda. No hay que irse con la luna ni con el dedo cuando alguien señala el horizonte; y, asimismo, para ver reflexión y arte donde, evidentemente, no hay.

Las elegidas es en realidad una película ineficiente y pedante, por repetitiva, que narra la sosa historia de amor entre dos adolescentes que, a causa de esa insoportable moda de no utilizar actores, por momentos parecen bobos. Dicha historia está situada o contextualizar a en un medio marginal y convulso, pero Titanic de James Cameron también y no por eso es contestataria o de menor relevancia respecto al género en que está inscrita: el melodrama. La incapacidad dramática del elenco es fastidiosa. El cine como la actuación es un arte que se rige por leyes y técnicas, cuya ejecución precisa no se puede alcanzar con buenas intenciones.

Desde hace varios años, los sobrevaluados directores mexicanos jóvenes” o “emergentes” (eufemismo para ineficaces), que la visión eurocéntrica de lo “exótico” tiene en gran estima, confunden el género con el tono y éste con la intensidad. Confunden la anécdota con el argumento y éste con la acción. Y generan películas ambiguas, desfiguradas, sin pies ni cabeza que no se sustentan por sí mismas sino a partir de los tópicos de moda, las buenas intenciones del discurso contracultural políticamente correcto y las “artísticas y buenas conciencias de sus espectadores.

Por otra parte, hay una sensación de indefinición, como si quisieran al mismo tiempo hacer una historia comprometida de conciencia social, casi documental, y al mismo tiempo un cine elevado, metafórico y cuasi metafísico. Sin embargo, dadas sus limitaciones sobre el papel, es decir, en la construcción del guion, terminan por no atinar a ninguna. Es también el caso de que los cineastas utilizan como contexto la deplorable situación de la nación para contar sus historias o para darles sentido, pero en ninguna se encuentra la visión, punto de vista o postura de quien las hace: no hay criterio. Todo está tratado desde la abstracción del discurso al cual alude y éste lo encontramos lo mismo en un político sobre la tribuna que en un recién ingresado alumno universitario.

Lo más preocupante es que este tipo de películas se encuentran arropadas por un discurso panfletario lleno de fetiches contestatarios que no dan posibilidad de crítica. Resulta que decir que es una historia desgastada, sensiblera, pésimamente actuada, que es una película pobre en sentido, que no habla de lo que cree que habla y que, además de todo, no tiene un compromiso real, es atentar contra las dignas luchas sociales y los justos reclamos del pueblo mexicano que sufre de acoso, violencia y yugo. Nada más maniqueo, excepto el terrible juicio de papá Estado.

Así, Las elegidas es una película mal hecha, ineficaz en su argumentación, donde la prostitución forzada no es más que un pretexto para contar un cursi historia de amor, cuyos protagonistas son, como diría Alex Lora (es a propósito la referencia): un poema que el poeta nunca escribió.

Ahora que, haciendo honor a la verdad, no todo es malo. Hay brevísimos momentos que, aunque no aportan nada significativo a nivel dramático, son interesantes por el tratamiento de color y la fotografía.

Directores e historias como ésta seguirán ganando Cannes y recibiendo premios y estando en el gusto del público, especial y específicamente femenino (o de quien quiera quedar bien con el género femenino) y luego pasarán y serán olvidadas por la historia, porque parafraseando al filósofo: cuando un meme como éste logra repararse bajo la sombrilla de conceptos nobles e incuestionables como la libertad y la democracia, puede difundirse sin la necesidad de legitimarse y defenderse de la crítica social[1].




[1] Frabrizio Andreella. El placer en la trampa de la postmodernidad. La Jornada, No 925 (25 de noviembre de 2012) 

viernes, 27 de mayo de 2016

HOY EN DESMOTIVACIONES

-Los estudiantes de la UNAM apoyan a las movilizaciones de los maestros de la CNTE. Hacen paros, toman acciones, hacen mesas de trabajo y jornadas de reflexión (bueno, a su modo y a su nivel), pero se indignan y reprochan al gobierno y van marchas, mítines y etcéteras, sin embargo, no son capaces de preocuparse por la situación de los profesores que sí los están educando: LOS PROFESORES Y MAESTROS UNIVERSITARIOS que son todos los profesores de asignatura cuyo salarios miserables sólo se comparan, en su ridiculez, a su imposibilidad de acceder a los medios tiempos y demás, sin tener que perder toda dignidad. LOS PROFESORES UNIVERSITARIOS DE ASIGNATURA que por amor a la universidad, a los estudiantes y al conocimiento, se hacen de tripas corazón y se aprietan el cinturón para impartir sus clases y educar, atentando incluso contra su estabilidad. Como dicen, el buen juez por su casa empieza... 

-En una crítica a una de esas obras de teatro independiente que en realidad no es independiente sino comercial en foros alternos, leí lo siguiente “Ese es el principal valor de la obra: recordarnos que, al igual que los juegos infantiles en el patio de recreo, el amor puede doler y mucho. Pero aún y cuando el dolor no ceda, cuando persista; incluso cuando deje cicatrices… esos juegos, experiencias, habrán valido la pena.” Y pienso que, si ese es el valor de la obra, dicha obra no tiene ningún valor (independientemente del mediocre nivel de la crítica hecha a modo).

-Se dio inicio a la estrategia #yovoyalteatro, y según su página dice: “es una iniciativa en conjunto que une -hasta el momento- a 14 recintos teatrales de la Ciudad de México con el objetivo de visibilizar el teatro, potencializar las estrategias de difusión, y generar y desarrollar públicos. Esta iniciativa se abre a la incorporación de los diversos recintos de la CDMX y del país.” Y creo que tienen buena voluntad, pero con asterisco y que, sin embargo, el camino al infierno está hecho de buenas voluntades. En realidad, me parece que la dinámica no cambia y no quieren que cambie, se sigue culpando al público de no llenar las salas, cuando las producciones no tienen nada qué ver, artística y contextualmente, con aquello que el mexicano podría relacionarse para generar catarsis, realización o reflexión. Es en realidad como un grupo de populares que se juntan para ver cómo podrían ser más populares. Dudo mucho que los realmente independientes, que aprenden y hacen teatro a fuerza de hambre y sudor y sangre, sin dinero para comprar derechos de obras probadas y populares, sin actores de televisión, que requieren de dos o tres trabajos para cimentar una poética, que no tratan temas de moda ni transversalidades de género y que no cumplen cuotas de moda, que no forman parte del entramado del medio, que no tienen buena prensa ni “conexiones”, dudo mucho que puedan competir o seguir el paso. Pero el problema es más profundo, por una parte, la sociedad mexicana es profundamente ignorante, eso de que nos cambian espejitos por oro, sigue siendo verdad en su falsedad; por otra parte, la mayoría de las personas que hacen teatro en la Ciudad de México, por lo menos, quieren vivir del teatro y no para el teatro. Están ávidos de éxito monetario y social, quieren hacer dinero y no arte. No se hace industria, se hace promoción, cerrada e ineficaz… sí, soy un viejo agrio L

-Hay un poeta de chocolate con textos de cacahuate y a pesar de ser tan cursi tiene pítero el corazón. Era rey en su castillo (o sea, su casa no estaba hecha, sólo tenía un castillo) y usaba de murallas a muchos "lectores" de membrillo y se pasea muy orondo en su patio feisbukero, recibiendo aplausos de turrón. Moraleja: En tierra de ciegos... la gente es profundamente idiota.

-A propósito del Aniversario de Shakespeare: Había una vez un princesito que sin terminar la Licenciatura y sin poder leer un poema en voz alta y con un mínimo grado de instrucción, se había paseado (bien pagado, obvio) por todas las oficinas burocráticas de la Alta Cultura y un día se le ocurrió que podía ser profesor y lo fue. Y otro día se le ocurrió que podía ser dramaturgo y director de teatro y lo fue. Y le pidió al pueblo que costeará su producción. Y luego fue con papá Edo. y le pidió que le diera una beca para su producción. Y luego fue a los foros del reino y les pidió que lo dejarán presentarse y lo dejaron, lo costearon y becaron. Un Artista, tomando esto como ejemplo se dijo que si quería-podía y se presentó frente a papá Edo., y frente a la burocracia artística y frente al pueblo y mendigó en los foros de aquel lejano lugar, pero todo el mundo lo rechazó. Cien años vivió así hasta que se dio cuenta de que tenía el aparato para lamer muy corto y demasiado corazón. Claro que saber esto, en una ciudad Estado de zombies, filisteos e ignorantes, no pudo consolarlo y se murió –artísticamente-, igual tuvo que ganarse el pan con el sudor de su frente. Moraleja: Fuck! ;)

-El Congreso de la AMIT cada año hace una serie de conferencias y todos están invitados a participar si pueden pagar sus mil pesitos de inscripción al Club y yo no sé qué pensar de esto. No sé si me enfada más el lucro o la condescendencia, ¡¡chiaaale!!

-Claro que me pude emocionar al leer por ahí: Dramaturgia Liminal para espacios no convencionales. Y me dije que me ahorraría la borrachera para asistir, al final todas las borracheras son igual, nada nuevo. Sin embargo, después vi el término "pre-venta" y pensé que las dinámicas realmente no habían cambiado, así que mejor me compré muchas cervezas y una cajetilla de Marlboro y todavía me sobró para la cruda.

-Me enteré del problemón con Julión Álvarez y que directo me voy a investigar quién mierdas era Julión... luego veo la campaña #Te sirvo Julión? y me quedé de: ¡no mam´s! ¡¡¡Después de haber exponenciado lo ocurrido, una serie de mujeres muy monas ellas, preparadas y conscientes, siguen pidiendo la aprobación de Julión!!! ¿Es en serio? Dirán que no entiendo el sarcasmo porque soy un bruto machista educado en esa dinámica, pero como diría mi abuela: entre broma y broma... Pero no acabó ahí el asunto, una serie de muchachos se manifestaron porque a ellos, Paquita la del Barrio, una cantante de cantina, les ha dicho “inútiles” y cosas peores y no se andan quejando… y yo me siento como en el patio de la primaria.

-La artista Andrea Fraser (1965) en 2003 pidió al marchante Friedrich Petzel que le encontrara un coleccionista (que las malas lenguas dicen que pagó una buena lana) dispuesto a mantener relaciones sexuales con ella delante de una cámara y a adquirir la primera copia de la obra derivada. Esto para demostrar que son pornográficas las desigualdades en el sistema del arte contemporáneo. El objetivo es explicitar la relación de explotación entre el coleccionista y el artista. Y me digo a mí mismo: 1) Ya se ha visto, desde que la pornografía es y desde que la especulación tomó de los pelos al arte. 2) ¿Tanta justificación para un acto exhibicionista porno? Si quieres hazlo y ya y véndemelo, sí... pero no como arte. Creo que su propuesta tiene qué ver más con su psicología que con su “poética”. 3) K. Kardashian lo hizo y no es arte, aunque la estrategia de marketing sí fue mejor y menos pretenciosa.

-Frente a las voces que buscan justicia desde siempre y el renovado interés popular acerca de la violencia de género (del femenino, porque lo demás en este momento ya no importa tanto, ya tendrán su momento), una tipa llamada Cecilia Hurtado escribe en su espacio en Milenio una anécdota y la titula “¡Corramos por nuestras vidas!” y relata como la acosaron en algún ayer. Y yo considero que algo así revela más de su estado mental desequilibrado que de cultura, respeto y equidad; y que algo así abona a la cacería de brujas (brujos en este caso), al alarmismo y las ideologías maniqueas. Como dicen el lobo anda vestido de oveja. Y como dicen los filósofos serios, hay que hacer Cultura, no imponer “nuestra cultura”. Ahora hay una cuota de género, de etnia, de “minoría”, vaya. Y hay una guerra de baja intensidad entre guetos y extrapolación que convierte a la sociedad en una serie de reaccionarios enajenados y sedientos de venganza, los cuales en ningún momento reflexionan sobre su responsabilidad en la construcción de la dinámica de la cual se quejan.


-La ARTICULISTA Andrea Noel convirtió un justo reclamo de dignidad, derecho y justicia, en una quema de brujas nivel feisbuk contra uno que nada tenía qué ver en el asunto, y todo se calmó hasta que el presunto culpable demostró su inocencia. Una vez hecho, se fue con “mil discúlpas weey” y una selfie. Lo cual demuestra que, si bien hay buna voluntad de parte de todos, en realidad nadie, en petit comité, tiene intenciones de modificar las dinámicas para cambiar las relaciones de poder.

martes, 19 de abril de 2016

ENTRE EL "TERRITORIO LIBRE" Y AVELINA, PREFIERO A AVELINA

Hace unos meses Avelina Lesper (crítica de arte y curadora) publicó el libro El fraude del Arte contemporáneo, mismo que se agotó de inmediato. Ahora me parece que sus detractores se apresuraron a comprar todos los ejemplares, porque cuando quise adquirirlo ya estaba agotado.


De cualquier forma, a través de sus participaciones en programas de tv o en internet y, particularmente a través del artículo que dio origen al libro, sé más o menos por dónde va el asunto. No está de más comentar que estoy de acuerdo en muchos de sus postulados.

Pasado algún tiempo, en la página Dramaturgia mexicana que, como dirían en los Simpson "se cae y se levanta, se cae y se levanta" (aunque últimamente se cae mucho) publican a un crítico colombiano que escribe un artículo en contra la autora -y por añadidura contra el libro- a propósito de la visita de Avelina a la Feria del libro en Bogotá. Y me parece curioso el caso porque en Dramaturgia Mexicana escriben lo siguiente como entrada:

"#‎ConservadurismoMexicano Para los avelivers y aquellos teatreros que niegan las otras posibilidades de la escena."

Y con estos comentarios a veces me parece que para ser tan abiertos son muy coercitivos. Así que leo el texto y me digo lo que sigue:

No soy un Avelivers entre muchas cosas porque no soy fan de nadie; así empiezan los conflictos, con los fans o, como diría el gran poeta borrachín: con los adoradores de carnavales. Como el autor del articulito este y el (la) autor(a) de la opinión sobre el mismo en la página de facebook antes mencionada.

Doy seguimiento a Avelina Lesper porque además de coherente, considero que estando en el lugar en que se encuentra, muy bien podría callarse, congratular y celebrar a quienes hay que celebrar y ganarse la venia del medio artístico mexicano (¡que ya es decir!); sin embargo, independientemente de su estilo, está decidida a expresar lo que muchos pensamos, pero no tenemos escaparate o favor de ser tomados en cuenta, a veces ni por nuestros amigos ¡Y eso en México, también ya es decir!!

Entiendo por qué la critican y se le lanzan a la yugular. Su estilo se sobrepone a su aparato crítico el cual según yo, tiene y tiene bien (basta echarle un vistazo a su blog). El problema con los que se sienten aludidos es que, precisamente, confunden su estilo con su argumentación.

Lo que viene diciendo Avelina desde hace tiempo es muy claro, concreto y bien sustentado; y ni siquiera entra en honduras porque desde el clásico "me da hueva" hasta el cliché de "su tendencia en fascista" y el "lenguaje posmoderno" no ha habido nadie a la altura para confrontarla. Cuando los juicios morales críticos de los artistas y sus adoradores se basan en sensiblerías, es obvio que resulte insoportable que Avelina (o cualquier crítico serio) se apersone y confronte. En esta realidad artística aciaga está prohibida la confrontación, está suprimido el diálogo so pena de ser encasillado como fascista ignorante (vaya paradoja), lo sabe quien ha preguntado alguna vez: ¿Qué significa eso, porque a mí no me causó ni fastidio?

Halim Badawi (que ya desde el nombre desborda petulancia), hace un ataque bastante idiota para lo elevado que él cree (hablo de fe) que se encuentra. Titular su escrito como "Diatriba contra..." descalifica cualquier pusilánime intento de razonamiento crítico de su parte; pero, especialmente se muestra indignadísimo y termina haciendo una cobarde (por velada) intentona de quema de brujas anunciando el lugar y hora en que estará Avelina en la Feria del libro en Bogotá (habrá quien lo niegue y les creeremos, pero entonces que el muchacho aprenda a escribir) hay una máxima en teatro (disculparán el "dogmatismo") que dice que "a mayor indignación, menor verdad", y pienso en ello cuando leo o escucho los ataques (que no pueden hacer pasar como confrontación de ideas) contra Avelina Lesper.

Repito, no soy un Avelivers (palabra que me ha parecido jocosa), sin embargo, parafraseando al gran Extranjero, entre los "Artistas libres y vanguardistas" con su "territorio libre, como laboratorio, terapia, posibilidad de sanación, dispositivo capaz de permitirnos imaginar nuevos mundos, territorio de salida, entramado de afectos, punta de lanza, productor de conocimiento, detonante del gusto, constructor de nuevas sensibilidades" (sic) y Avelina, prefiero a Avelina, quien además me parece bastante guapa.

Acá el artículo:

jueves, 31 de marzo de 2016

CUATRO CONSIDERACIONES DE LA ILUSIÓN, GLORIA ARELLANO, Ed. TEXERE.


La querida Gloria Mayón es una bella mujer inteligente, llena de creatividad y gracia, cuyo talento se le rebela a su discreción. Hace unos años, tuvo la voluntad de hacer algo que hoy en día casi nunca se ve: poner su vocación y creatividad al servicio desinteresado de la amistad y el respeto; y lo tituló: Cuatro consideraciones de la ilusión. Su ingenio la llevó a romper la frialdad de la papelería burocrática y extraer de allí los vericuetos de la amplia trayectoria profesional del Mtro. Lech Hellwig-Górzynski, asimismo de sus dimensiones como ser creativo, como partero de artistas y como hombre (él que luchó siempre contra la alienación de los burócratas; y por la libertad creativa, no podría estar más contento). 


"Cuatro consideraciones de la ilusión" nos conduce a un viaje a través de la psique de cuatro perfiles teatreros que coinciden con las especialidades del CLDyT y donde también se pueden percibir las tensiones y distensiones propias, tanto de la personalidad del Mtro. Lech como de la autora. 

Nos encontramos aquí frente al archivo de las gestiones del Mtro. Lech como Coordinador del CLDyT, y frente a un relato de ficción que al mismo tiempo es un psicoanálisis del artista teatral, de todo aquello que sin ser necesariamente escénico, también es Teatro.
En aquellos días de manuscrito y borrador, Lech daría su visto bueno al texto y promovería su publicación, misma que ahora se materializa gracias a la valiosa y cuantiosa ayuda de Malgorzata Hs, Mónica Correa y los amigos de Editorial Texere. 

Estoy seguro que el Mtro. Lech estaría alegre y orgulloso de este nuevo logro en la carrera de Gloria.

Enhorabuena y muchas Felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!!!!




P. D. Cómo soy un ser prosaico mancharé -a título personal- esta felicitación con mis vizantinas rebeldías, preguntándome ¿Por qué el Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, que se ha convertido en promotor y difusión de todo "cierto" tipo de teatro y teatreros, no promueve, difunde y presenta este libro, de esta egresada, cuyo origen pertenece al periodo de este Maestro como Coordinador?
Acá una nota al respecto. La Jornada, Zacatecas:

Presentación del libro de Gloria Arellano:

viernes, 18 de marzo de 2016

REFLEXIONES INTRASCENDENTES: los teatreros en la Ciudad de México son OGTs


1.-El CLDyT de la UNAM, fue llamado anacrónico, rebasado por las vanguardias, las tendencias y el tiempo. "Formador de profesores" decían despectivamente. Sin embargo allí, como en ningún otro lado, se hacía conciencia de la relación que existe entre la construcción dramática y la construcción escénica. Otra de sus grandes virtudes, era que se había mantenido en resistencia frente a las mafias y las cofradías del medio que homogeneizan las escuelas y normalizan la mediocridad. La nueva administración abrió las puertas de par en par a los supresores del sentido y ahora se rellenó la plantilla de profesores con los que antes fueran estudiantes mediocres pero muy a la moda con eso de eliminar la Literatura Dramática y luego el Teatro; los mismos que amargamente se quejaban del Colegio por ser un "criadero" de profesores e investigadores. Del mismo modo entraron los dramaturgos y directores mediocres del teatro-no-teatro pero que están muy bien relacionados, y como todo en este país, lo único que se consideró fue el escalafón que los dueños de los espacios organizan arbitrariamente. Asimismo, los espacios y herramientas designados para que los estudiantes experimentaran (con todas las carencias del caso) ahora son ocupados por ellos, con toda pompa e impunidad; últimamente por ejemplo, por un tal Sixto Castro Santillán que sólo con escucharlo 5 minutos, si no se tiene retraso mental, uno puede darse cuenta de la acumulación de pendejadas que es este personajito de la escena contempo-posmo-post o como yo les llamo los OGTs (Orgullosa Gente de Teatro)

2.- "Teatro independiente" se ha convertido en sinónimo de "marginal" y esto no sería problema si las compañías, los creadores y el público generaran nuevas formas de acercamiento. La situación consiste en que los creadores de teatro, desde los más amateurs pasando por los estudiantes hasta los personajes de prestigio, repiten y reproducen la dinámica institucional que tiene por función determinar un comportamiento y normalizarlo para desviar las miradas del eje o esencia de un acontecimiento artístico y conducirlo todo hacia un arte burócrata para generar artistas burócratas que se sumen a la línea o discurso oficial. Hasta allí es predecible, el problema es que los foros "independientes" y las instituciones educativas se apropian y reproducen una y otra vez esa dinámica, donde las compañías independientes que están generando un discurso fuera de los estándares de la moda, una poética propia, que no hacen arte de panfleto, se encuentran de principio marginados e imposibilitados para competir cuando se ponderan las especulaciones del mercado y la falsa y limitada comprensión de conceptos como modernidad, posmodernidad, contemporaneidad.


3.- En el medio escénico mexicano, los estudiosos y eruditos, buscan nuevas formas que rompan con las viejas formas y esto me parece una actitud adolescente, de quien hace lo contrario de lo que papá haría. Esta situación no ha podido ser superada desde hace décadas. Se expanden las escenas, se hacen transversales o documentales y antropológicas. Se elimina el inmueble, la literatura, la dramaturgia, las unidades aristotélicas, el realismo y el idealismo, se elimina la acción y por ende el teatro; se hace otra cosa, se piensa en otras cosas (claro, financiados por las becas del estado a través de una institución cualquiera) y se justifica eruditamente citando a Foucault, a Deleuze, a Sartre, a Hans Thies Lehmann y toda la bibliografía que quieras, sin embargo, detrás de toda esta parafernalia, la dinámica es la misma que la del discurso del Estado porque a final de cuentas no se exploran -ni se permite hacerlo- nuevas formas de generar acontecimientos escénicos que modifiquen las relaciones de poder.


4.- Veo a los poetas independientes y progresistas de la Ciudad que se disfrazan y hacen lecturas en pulquerías o sobre rings o en lugares extraños y decadentes como cantinas y piqueras o en el Centro Cultural España y siempre están apoyando todo lo que huela a "contracultura" y yo soy muy provinciano, pienso que a la poesía de verdad no le hace falta tanta parafernalia.


5.- Todos aman a Margules. Todos amaron todos sus espectáculos. Todos adoran su dinámica de trabajo. Pero nadie quiere pensar las obras más de un día y nadie quiere trabajar-ensayar ni siquiera durante un año y todos esperamos vivir del teatro cuando en principio sería únicamente una consecuencia de nuestra reafirmación personal frente al mundo.


6.- Hace varios meses, en el Centro Cultural Universitario, acudí a la peor obra que he visto desde hace mucho. Era la versión más pitera y pendeja de Antígona. Autor y director David Gaitán al que deberían colgar en sesión pública por imbécil. No bastándoles con el rotundo fracaso de aquella vez y como si algo le debieran, la han repuesto ¿qué sigue, otra con Pedro de Tavira? se dice "hagamos público" pero en las letras pequeñas se trata de hacer ignorante al público. Es la misma situación que Televisa con las telenovelas. La línea entre nuestra farándula televisiva y nuestra "intelectualidá" es cada vez menos distinguible :( claro, no habría problema si ambos fueran talentosos. No cabe duda que formar parte de las cofradías puede liberarnos de cualquier responsabilidad respecto a la mediocridad, al fracaso, a la falta de ética y vergüenza profesional.

viernes, 11 de marzo de 2016

Néstor López Aldeco

Hice mi cambio de carrera en 2006 y durante los procedimientos todavía era Coordinador un polaco extravagante de cabello largo, gris, sombrero y bastón, que se paseaba por los pasillos de la Facultad a paso rápido y con postura perfecta (yo no podía saber entonces que se convertiría en mi mentor, mi jefe y mi amigo). Cuando por fin ingresé, estaba muy emocionado. Tenía buenos compañeros y esa generación tuvo buenos profesores que nos enseñaron de respeto, amor y sacrificio hacia el teatro; de perversidad y perspicacia, de disciplina, pero también de la jocosidad y chacota que forman parte del hacedor de teatro. 

Eran profesores que además de creadores y de haber vivido todas las épocas del teatro en México y de no chuparse el dedo (como sí hacen muchos "creadorsitos" quienes ahora dominan los espacios y que llegado su momento marginaron impunemente a sus predecesores), además tenían ese algo más de vanidad, de artilugio e histrionismo; ahora los teatreros, especialmente los profesores son muy desangelados, excesivamente fodongos, parecen antropólogos haciendo teatro. Entre ellos recuerdo a Lech, por supuesto, al Profesor Rosas (a pesar de todo), a Fernando Martínez Monroy, a la Mtra. Yolanda Bache, a la querídisima Yoali, a la Mtra. Reyna y especialmente al Maestro Néstor López Aldeco, un personaje combinado de pies a cabeza, desde los calcetines hasta la joyería que usaba, un tipo más allá del bien y del mal como rezan los cánones, cuya profunda voz era capaz de transportarnos a las intimidades escénicas de la Grecia antigua tanto como a los chismes de la farándula mexicana de la primera mitad del siglo XX. 

Pero más allá de su calidad como profesor, de su conocimiento y su probada esencia teatrera, de sus bromas pesadas y carácter sicalíptico, profesores como él compartían algo más, algo de candidez, de transgresión y trascendencia, algo de sabiduría y, también compartieron el desprecio que las nuevas administraciones y las nuevas generaciones les hicieron en la frenética búsqueda del éxito, del reconocimiento mediático, de la explotación del ego, a través de profesores “en activo” que prometían reflectores y parafernalia, y carnavales contraculturales en las más novedosas vanguardias.

Ayer me enteré del fallecimiento del maestro Nestor y pensé que sobre las débiles piernas de nuestra generación X, queda sostenido ese mundo que también fue el nuestro y que quizá debamos, renovando los arquetipos, continuar con esa feliz destrucción a la que tanto le temen los discípulos de los detentores del medio teatral mexicano. Con ese amor fati de a quien le va la vida en el arte, porque como artistas "La vida de esos hombres constituye en cierta manera una feliz destrucciojn de sí mismos, una destrucción apacible y flemática, pero en el fondo espantosa…."*
*(Yukio Mishima)