martes, 19 de abril de 2016

ENTRE EL "TERRITORIO LIBRE" Y AVELINA, PREFIERO A AVELINA

Hace unos meses Avelina Lesper (crítica de arte y curadora) publicó el libro El fraude del Arte contemporáneo, mismo que se agotó de inmediato. Ahora me parece que sus detractores se apresuraron a comprar todos los ejemplares, porque cuando quise adquirirlo ya estaba agotado.


De cualquier forma, a través de sus participaciones en programas de tv o en internet y, particularmente a través del artículo que dio origen al libro, sé más o menos por dónde va el asunto. No está de más comentar que estoy de acuerdo en muchos de sus postulados.

Pasado algún tiempo, en la página Dramaturgia mexicana que, como dirían en los Simpson "se cae y se levanta, se cae y se levanta" (aunque últimamente se cae mucho) publican a un crítico colombiano que escribe un artículo en contra la autora -y por añadidura contra el libro- a propósito de la visita de Avelina a la Feria del libro en Bogotá. Y me parece curioso el caso porque en Dramaturgia Mexicana escriben lo siguiente como entrada:

"#‎ConservadurismoMexicano Para los avelivers y aquellos teatreros que niegan las otras posibilidades de la escena."

Y con estos comentarios a veces me parece que para ser tan abiertos son muy coercitivos. Así que leo el texto y me digo lo que sigue:

No soy un Avelivers entre muchas cosas porque no soy fan de nadie; así empiezan los conflictos, con los fans o, como diría el gran poeta borrachín: con los adoradores de carnavales. Como el autor del articulito este y el (la) autor(a) de la opinión sobre el mismo en la página de facebook antes mencionada.

Doy seguimiento a Avelina Lesper porque además de coherente, considero que estando en el lugar en que se encuentra, muy bien podría callarse, congratular y celebrar a quienes hay que celebrar y ganarse la venia del medio artístico mexicano (¡que ya es decir!); sin embargo, independientemente de su estilo, está decidida a expresar lo que muchos pensamos, pero no tenemos escaparate o favor de ser tomados en cuenta, a veces ni por nuestros amigos ¡Y eso en México, también ya es decir!!

Entiendo por qué la critican y se le lanzan a la yugular. Su estilo se sobrepone a su aparato crítico el cual según yo, tiene y tiene bien (basta echarle un vistazo a su blog). El problema con los que se sienten aludidos es que, precisamente, confunden su estilo con su argumentación.

Lo que viene diciendo Avelina desde hace tiempo es muy claro, concreto y bien sustentado; y ni siquiera entra en honduras porque desde el clásico "me da hueva" hasta el cliché de "su tendencia en fascista" y el "lenguaje posmoderno" no ha habido nadie a la altura para confrontarla. Cuando los juicios morales críticos de los artistas y sus adoradores se basan en sensiblerías, es obvio que resulte insoportable que Avelina (o cualquier crítico serio) se apersone y confronte. En esta realidad artística aciaga está prohibida la confrontación, está suprimido el diálogo so pena de ser encasillado como fascista ignorante (vaya paradoja), lo sabe quien ha preguntado alguna vez: ¿Qué significa eso, porque a mí no me causó ni fastidio?

Halim Badawi (que ya desde el nombre desborda petulancia), hace un ataque bastante idiota para lo elevado que él cree (hablo de fe) que se encuentra. Titular su escrito como "Diatriba contra..." descalifica cualquier pusilánime intento de razonamiento crítico de su parte; pero, especialmente se muestra indignadísimo y termina haciendo una cobarde (por velada) intentona de quema de brujas anunciando el lugar y hora en que estará Avelina en la Feria del libro en Bogotá (habrá quien lo niegue y les creeremos, pero entonces que el muchacho aprenda a escribir) hay una máxima en teatro (disculparán el "dogmatismo") que dice que "a mayor indignación, menor verdad", y pienso en ello cuando leo o escucho los ataques (que no pueden hacer pasar como confrontación de ideas) contra Avelina Lesper.

Repito, no soy un Avelivers (palabra que me ha parecido jocosa), sin embargo, parafraseando al gran Extranjero, entre los "Artistas libres y vanguardistas" con su "territorio libre, como laboratorio, terapia, posibilidad de sanación, dispositivo capaz de permitirnos imaginar nuevos mundos, territorio de salida, entramado de afectos, punta de lanza, productor de conocimiento, detonante del gusto, constructor de nuevas sensibilidades" (sic) y Avelina, prefiero a Avelina, quien además me parece bastante guapa.

Acá el artículo:

3 comentarios:

  1. No entiendo la crítica (esta vez sí, ad hominem) a Halim Badawi. Usted dice que "no sabe escribir". Pero eso se contradice con la hoja de vida de Badawi. Tiene más de cien artículos y libros publicados, es crítico regular de el periódico El País de España (¡!) y de la revista Arcadia, entre muchas otras. También, es Premio Nacional de Crítica, Premio Nacional de Curaduría Histórica, etc. etc. Su hoja de vida puede consultarla en www.halimbadawi.com Más bien, el que debería aprender a escribir es usted, que no tiene artículos publicados en ningún medio respetable (o al menos impreso, o contradígame con pruebas) y que tiene que rebajar la discusión a los insultos personales y no a argumentar los argumentos planteados por el señor Badawi. Pero no creo que a usted le dé la cabeza. Más bien, dedíquese a su blog. De ahí no creo que logre salir.

    Halim Badawi (Colombia, 1982) es un crítico de arte, investigador y curador interesado en el arte colombiano y latinoamericano de los siglos XIX al XXI, en especial la historia del coleccionismo, el mercado del arte, los archivos privados y los procesos del arte moderno en América Latina. Sobre estos temas ha publicado numerosos textos. Escribe regularmente para las revistas Arcadia (impresa) y Esfera Pública (en línea), y ha escrito ocasionalmente para Arte al día, Arteria, El Espectador y Lecturas Dominicales (El Tiempo), entre otras. Ha recibido diferentes distinciones, dentro de las que se cuentan el Premio Nacional de Curaduría Histórica de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (Bogotá, 2014), la Beca de Investigación en Artes Visuales del Ministerio de Cultura (Bogotá, 2014), el Primer Premio de Proyectos de Curaduría del Museo de Arte Moderno de Bogotá (2012), primer finalista (segundo puesto) del Premio Nacional de Crítica (Ministerio de Cultura, 2011), curador residente del Museo Castagnino+MACRO en Rosario (Argentina, 2010) gracias a una subvención de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño; y becario de las fundaciones Cisneros (2009) y Getty (2011) para asistir a CIMAM. Pertenece a la Red de Conceptualismos del Sur (desde 2008) y al Taller Historia Crítica del Arte (desde 2004) de la Universidad Nacional de Colombia. Vive y trabaja en Bogotá (Colombia).

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  2. Posdata: sería agradable que superara aquella posición infantil de desacreditar un argumento sin explicar el porqué, y además, diciendo que prefiere el argumento de una persona porque le parece "guapa". Para ser honesto, eso es bastante estúpido. Si quiere triunfar en la escritura y lograr salir de su blog perdido en la red, debería empezar a argumentar, y no a utilizar tantos adjetivos inútiles, que sólo demuestran su propia incapacidad de pensar críticamente.

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    1. Sr(a). Anónimo(a): Me gustaría polemizar sobre su comentario pero el tono de indignación del mismo parece una actitud reaccionaria y no crítica. Lamento que su susceptibilidad se haya visto herida a causa del mismo padecimiento que sufren la mayoría de "artistas" que detestan a la Señora Avelina. Éste es la ineptitud al momento de leer, comprender y escribir en consecuencia. No me pondré en la tarea de refutar cada uno de sus ataques, sería demasiada trama para tan poco argumento. Sólo comentaré brevemente algunos puntos.
      Por una parte, muy a pesar del CV, escribir mucho no implica escribir bien, como leer mucho no significa leer bien, así lo demuestran cada año el medio editorial y los millones de opinólogos en internet; tener al alcance los medios y el conocimiento no implica relacionarse dialécticamente con ello, cualquiera que haya estado en las entrañas de una institución educativa o cultural, lo sabe. Finalmente los premios y reconocimientos, salvo contadas excepciones, se regalan a diestra y siniestra, y muchas de las veces no tienen nada qué ver con la calidad sino con ciertos tecnicismos propios de la disciplina o por burocracias culturales.
      Hay textos significativos y textos intrascendentes así como hay críticas reflexivas, comentarios y criticones, si usted no es capaz de discernir, de allí surgen las confusiones, las aversiones y las aberraciones. Dejando a un lado lo de "medios respetables" (que es muy discutible y ya habla de la amplitud de sus horizontes) aclaro que si mi comentario le parece insuficiente es porque ha pasado desapercibida su naturaleza, sus alcances y fines, los cuales están bien delimitados por su tono y el contexto del soporte (una crítica a la crítica no se hace en un blog ni contando los caracteres). Pero sobre todo, su indignación surge porque usted no leyó bien mi pequeño texto y por lo mismo cae en actitudes melodramáticas como las que expresar en su comentario. Me queda claro que lo que usted leyó no es mi opinión sino algo que se inventó a partir de mi texto, el cual es muy claro en su tono, su estilo y -otra vez- en su naturaleza, fines y alcances (no es interpretación sino sentido común).
      Acepto su derecho a no estar de acuerdo, a que no le guste (dado que el gusto es subjetivo), sin embargo lo realmente curioso es que, en su necesidad de ofenderme, todas aquellas expresiones que usted emplea para conmigo respecto a mi texto perdido en la red, se aplican perfectamente a su comentario. Así que, como puede darse cuenta si lo razona un poco, esto no se trata de Badawi, ni de la señora Avelina ni de la polémica al respecto, ni siquiera de mí o de mi texto sino de la posición suya frente a la vida; por cierto, me parece que usted apoya a Badawi aunque no deja claro cuál es opinión personal sobre el tema. De tal modo que la polémica acerca del arte contemporáneo y la polémica con entre la señora Avelina y el señor Badawi, retomada en la reciente Feria del Libro en Bogotá, se trata al final de nuestra posición frente a la vida y la amplitud de nuestros horizontes.
      De cualquier forma agradezco se tomara la molestia de leer y comentar. Saludos.
      Atentamente: Antonio Mejía / El Club de los Espíritus Sangrantes

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