miércoles, 7 de mayo de 2014

Críticas a las Obras presentadas en el CLDyT/ TEMPORADA TEATRAL DE PRIMAVERA 2014

EDITORIAL


Los motivos de la crítica teatral son muchos y variados, desde la costumbre de la profesión hasta el íntimo gusto visceral por desentrañar un acontecimiento presenciado. Quien manifiesta su crítica para “unos-otros” toma el papel de “abogado del diablo”, porque intenta traducir el  insondable, y a veces hasta inaprensible, proceso creativo del artista. Aun cuando existen herramientas teóricas muy concretas, toda traducción no deja de ser una re-interpretación que proviene principalmente de la narrativa personal. Si la mirada es “especificísta” se hunde en una sofisticación utilitaria propia de la apología cientificista, que somete la sensibilidad creativa a los valores, criterios y fines de una ideología. Si por el contrario, es precaria en cuanto a sus percepciones estéticas, puede transformar cualquier elemento claramente expuesto, en un caos inconexo y fantasioso que propicia una visión esotérica del objeto artístico y/o del arte. Una formulación crítica a partir de criterios tendenciosos o tergiversados arroja a los individuos hacia la enajenación, la ideologización o la deformación de los horizontes personales.

La crítica teatral requiere de sustentar sus motivos además de los puntos de vista acerca de un hecho escénico; asimismo, el crítico debe hacer suya la Verdad y la ética del arte, la pasión del ethos del artista como “ser que a través de su autosacrificio ensancha la búsqueda del hombre de todo aquello que es eterno, trascendente, divino –a menudo a pesar del estado pecaminoso del mismo artista” (Esculpir el tiempo, A. Tarkosky, p. 258). Por ello, si la “crítica profesional” supone un compromiso con el lector, la crítica sobre escenificaciones de estudiantes implica una responsabilidad mayor, dado que un comentario descontextualizado o fuera de lugar puede anular o corromper la creatividad. Sin faltar a la verdad, se deben tomar en cuenta diferentes elementos que explican o dan razón de las virtudes y defectos, así como de los alcances de cada trabajo, siempre con la finalidad de auxiliar a los estudiantes en su desarrollo académico y proporcionarles argumentos que ensanchen sus horizontes hermenéuticos a través de la posibilidad de la reflexión.

Como dicha labor no puede estar escindida del medio que le da origen y sentido, en esta ocasión contamos con textos de dos estudiantes, ambos cursando el octavo semestre de la Licenciatura en Literatura Dramática Teatro, con especialidad en Dramaturgia: David Alberto Pérez López y David Emmanuel Barrera Sánchez.

Nuestra intención es hacer hincapié en la necesidad de promover la palabra de los noveles dramaturgos, quienes escasamente tienen la oportunidad de mostrar públicamente sus trabajos y contar con opiniones honestas que los apoyen en la afinación de su técnica y su voz personal como escritores, sin prejuicios ni dictámenes arbitrarios o sin perseguir la reiteración de modelos establecidos para perpetuar la devoción de nombres y “renombres”. Aun cuando el CLDyT es tachado de contar con “demasiadas letras”, resulta insuficiente la difusión de las generaciones de dramaturgos -cuyo campo es bastante amplio-, quienes ante la falta de espacios de expresión, experimentación y libertad creativa, caen en manos de asociaciones, escuelas, talleres, institutos o profesionales cuya única finalidad es el onanismo del ego personal. Asimismo, esperamos promover un diálogo entre la comunidad a través de la crítica teatral de los espectáculos presentados en el Aula-Teatro Rodolfo Usigli y en el Aula-Teatro Escenario del Auditorio Justo Sierra, del Área de Teatros del CLDyT, durante la Temporada Teatral de Primavera 2014: El Polvo de Jimena Martínez Vázquez, Dirigida por Wendolyne Dolores Hernández Robles (Miércoles 19:00 hrs). Inuk, una aventura polar de Creación colectiva, Dirigida por Jorge Valdivia Arriaga (Viernes 17:00 hrs). Y, Abdicaciones de Gloria Arellano y Fernando Narváez, Dirigida por Gloria Arellano (Viernes 19:00 hrs).

También, buscamos apoyar el esfuerzo realizado por el Maestro Lech Hellwig-Górzyński, quien cada año -desde que instituyó las Temporadas teatrales en el CLDyT-, asiste a todos los espectáculos presentados en Temporadas, TICAs y LAPEs. Lo nuestro es un intento por sustraer a estudiantes, egresados e incluso profesorado y administración, de la indiferencia con que se tratan las producciones del Colegio y en general, lo que sucede en la vida académica del mismo.

Si tomamos en cuenta que los comentarios críticos significativos sobre el quehacer artístico en el Colegio, por parte de su comunidad, se diluyen entre críticas destructivas, de pobre nivel intelectual o meramente emotivas, se hace evidente que la marginación del medio académico y profesional en que se encuentra el CLDyT es inicial y principalmente por un disminuido sentido de pertenencia; un caso sintomático es la Gaceta UNAM en cuya sección Agenda.unam, no se difunden los espectáculos presentados en las Temporadas de Primavera y Otoño, del Colegio Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; ausencia tan inexplicable como el silencio de las autoridades correspondientes acerca del tema.


Finalmente, sólo nos queda reiterar nuestro principal motivo: ayudar en la ampliación y profundización de los horizontes académicos individuales de los aspirantes a profesionales del teatro, sirviendo de apoyo en el desarrollo de la imaginación y la expresividad escénicas, así como en el perfeccionamiento de su voz personal. 

A   t   e   n   t   a   m   e   n   t   e

Ciudad Universitaria

México, D. F., a 7 de mayo de 2014

EL POLVO de Jimena Martínez Vázquez

Por: A. M. O.


A través de la subjetividad de una joven El polvo recoge testimonios de distintas naturalezas acerca de lo ocurrido en la Ciudad de México durante el temblor de 1985, suceso grabado en la memoria colectiva de los citadinos nacidos antes de los años noventa por sus trágicas consecuencias. La voz protagonista parte de una mirada honesta y hace una reflexión desde las particularidades de su carácter, se acerca a los datos duros y se permite ir hacia la emotividad de las memorias recolectadas. La obra propone un juego escénico sustentado en la convención de una narratividad auténtica -su mayor virtud-, que busca relacionarse con el público de forma directa y crear consciencia histórica, reconocimiento del carácter regional cuyo alcance supera los sesgos generacionales. Aun cuando requiere de contundencia Jimena Martínez logra conducirnos de buena manera a través de su voz personal. Si en una obra tradicional presenciamos durante una hora el desarrollo de algún aspecto del carácter de un personaje, obras como ésta nos sitúa frente a una constelación de momentos y presencias en donde el desarrollo dramático está comprimido en los dos o tres minutos que dura cada estar escénico.

Dicho lo anterior, encontramos que la directora Wendolyne Hernández, sobre un escenario desnudo y con una iluminación demasiado tímida, recorre la multiplicidad de espacios, tiempos y circunstancias sirviéndose principalmente de grandes ladrillos de legos y la expresión plástica del cuerpo de las actrices. Dada la naturaleza del texto, se comprende la tendencia hacia la escases de elementos para concentrar el peso en el aspecto narrativo, sin embargo, aún queda la sensación de un trabajo en proceso. Las actrices alcanzan a construir la escena gracias a su entrega pero es necesario llevar los juegos escénicos a su máxima expresividad para resignificar con mayor eficacia los objetos, la palabra, el cuerpo y en general el espacio escénico todo; deben permitir que suceda la verdad escénica de los elementos propuestos por la dirección.


El planteamiento de El polvo no es descabellado, incongruente ni torpe, logra la nada fácil tarea de que el espectador conecte con las ejecutantes y es de agradecerse la reflexión acerca de un hecho que parece superado, arriesgándose a exigir las capacidades creativas individuales a través de un texto fresco y nostálgico. El proyecto dirigido por Wendolyne Hernández requiere continuar su proceso creativo ya que la creatividad artística es más una incansable búsqueda que un resultado y únicamente en esa búsqueda El Polvo podrá adquirir su naturaleza de materia fina capaz de causar efectos sobre las propiedades y el comportamiento de la atmósfera perceptiva del espectador.

Un teatro para “otros” niños/ Inuk, una aventura polar (Creación colectiva)

Por: David Emmanuel Barrera Sanchez


El Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, ofrece dentro de su Temporada Teatral de Primavera 2014 una serie de obras con temáticas variadas, todas ellas con una participación activa de sus estudiantes. Inuk, una aventura polar se presenta los viernes a las 17:00 hrs. en el Aula-Teatro Rodolfo Usigli de la Facultad de Filosofía y Letras. A lo largo de una hora los actuantes reflejan un resultado limpio y meticuloso de dirección, acompañado de una producción esmerada, transportándonos a un mundo completamente ajeno al nuestro: Inuit, un pueblo de esquimales.
Pero ¿Qué tiene de particular Inuk, una aventura polar? La historia: Sencilla, profunda y humana. Inuk vive la separación de su pueblo y recurre al chamán quien le ayuda a emprender un viaje en busca de aquello que el pueblo ha perdido y que representa la salvación. Todo esto es enmarcado por una conferencia en la que pasan de lo obvio a lo sublime y terminan atacando con un sinfín de imágenes en cada escena. El trabajo de las conferencistas y el conserje complementan y dan más fuerza a los elementos de producción dotándoles no sólo de voces sino de personalidad y profundidad ya que esto da vida a animales que Inuk encuentra en su viaje; el chamán es vivificado por el único actor que a la vez nos invita a la ficción. Otro elemento importante son los juegos con una escenografía cambiante y que tiene siempre una incidencia dramática en cada situación que la historia plantea, con esto vemos que el paisaje distante que rodea a los esquimales es llevado a escena con elementos sencillos: Telas, gorritos con peluche, etc. Sumada la iluminación, todo en conjunto crea tanto la cima de una montaña como el fondo del mar congelado.
De todo lo anterior, entonces ¿Qué es lo más especial de esta representación? La historia de Inuk, una aventura polar cumple con su propósito de llegar a los niños; el hecho teatral presentado en el Aula-Teatro Rodolfo Usugli trasciendé al adulto. No había rostro que no mostrara preocupación, miedo, alegría, ternura y alguna que otra lagrima. Inuk, una aventura polar es una bella historia fusionada con un hecho teatral contundente y creativo. Este trabajo va más allá de sólo entretener, eleva nuestro espíritu y despierta al niño que duerme dentro de un tabernáculo de adulto.




ABDICACIONES De: Gloria Arellano y Fernando Narváez

Por David Alberto Pérez López


La Temporada Teatral de Primavera 2014 de la Facultad de Filosofía y Letras está por concluir, pero aún quedan un par de funciones sobre las tres obras que se muestran. Abdicaciones es el caso que ahora nos ocupa.
El espectador ingresa a un espacio que está dispuesto a manera de teatro arena: puede ocupar su lugar en cualquiera de las cuatro gradas que rodean el escenario central, que se trata de una oficina de un despacho jurídico. Las esquinas de este cuadrado también son espacios de los que se vale el espectáculo para señalar la cama de una mujer atenta a su cuantiosa medicación, el guardarropa en la habitación de una mujer ocupada en su apariencia dominada por el color rosa, una apartada mesa de un bar en otra esquina y una cabina radiofónica por último; estos dos pertenecientes a un par de hermanas que ahondarán la cercanía de su relación en la obra. Desde el inicio las actrices están interactuando en estos espacios de manera que introducen al espectador en cada uno de sus mundos y cómo estos empezarán, después, a entrecruzarse.
El texto, de Gloria Arellano y Fernando Narváez, revela los mundos intersectados de estas cinco mujeres en los que cada una busca cumplir sus deseos y hacerse oír por la otra. La obra ofrece una visión amplia de los distintos fragmentos bajo los que pueden observarse las relaciones humanas actuales: escindidas, banales, necesarias. De todo el espectro de la compleja interacción humana, Abdicaciones se ocupa de las renuncias con las que el mundo femenino debate hoy en día para hacer escucharse. Gloria Arellano también dirige la obra y deja ver estas relaciones con fluidez y con transiciones logradas. Hay acciones simultáneas en los diferentes lugares, sin desconectar la atención del público de la situación central; aunque para los espectadores de las primeras filas el espacio que está al otro extremo de su asiento no pueda ser visualizado del todo, por la presencia de ortos espectadores, y el desarrollo de la escena sólo se atienda por las voces de las actrices.
Noemí Cisneros da cuerpo a una abogada despreocupada por los asuntos ajenos con gran detalle y dominio. Rebeca Roa también consigue presentar con veracidad su personaje, una modelo a quien le ocupan los momentos fútiles con gran confianza y credibilidad en los otros personajes. Nandi Carmona se muestra entregada a su papel y conduce con precisión la emotividad de su mujer hipocondríaca. Haría falta más trabajo en las intenciones de Beatriz Bermúdez a quien llega a sobrepasar Leilani Cruz en los momentos en que conviven ambas hermanas.
El vestuario apoya al espectador para distinguir a cada personaje así como la iluminación de Selena Peña concreta los diferentes espacios de la obra. También son acertados la escenografía y el audio elegidos por la directora. La obra podría acrecentar su ritmo si se busca una precipitación más contundente sobre el desenlace de los mundos de estas mujeres y las renuncias que hacen unas por otras.

La obra se presenta los viernes hasta el 16 de mayo a las 19:00 hrs en el Aula-Teatro Escenario del Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras.