miércoles, 7 de mayo de 2014

ABDICACIONES De: Gloria Arellano y Fernando Narváez

Por David Alberto Pérez López


La Temporada Teatral de Primavera 2014 de la Facultad de Filosofía y Letras está por concluir, pero aún quedan un par de funciones sobre las tres obras que se muestran. Abdicaciones es el caso que ahora nos ocupa.
El espectador ingresa a un espacio que está dispuesto a manera de teatro arena: puede ocupar su lugar en cualquiera de las cuatro gradas que rodean el escenario central, que se trata de una oficina de un despacho jurídico. Las esquinas de este cuadrado también son espacios de los que se vale el espectáculo para señalar la cama de una mujer atenta a su cuantiosa medicación, el guardarropa en la habitación de una mujer ocupada en su apariencia dominada por el color rosa, una apartada mesa de un bar en otra esquina y una cabina radiofónica por último; estos dos pertenecientes a un par de hermanas que ahondarán la cercanía de su relación en la obra. Desde el inicio las actrices están interactuando en estos espacios de manera que introducen al espectador en cada uno de sus mundos y cómo estos empezarán, después, a entrecruzarse.
El texto, de Gloria Arellano y Fernando Narváez, revela los mundos intersectados de estas cinco mujeres en los que cada una busca cumplir sus deseos y hacerse oír por la otra. La obra ofrece una visión amplia de los distintos fragmentos bajo los que pueden observarse las relaciones humanas actuales: escindidas, banales, necesarias. De todo el espectro de la compleja interacción humana, Abdicaciones se ocupa de las renuncias con las que el mundo femenino debate hoy en día para hacer escucharse. Gloria Arellano también dirige la obra y deja ver estas relaciones con fluidez y con transiciones logradas. Hay acciones simultáneas en los diferentes lugares, sin desconectar la atención del público de la situación central; aunque para los espectadores de las primeras filas el espacio que está al otro extremo de su asiento no pueda ser visualizado del todo, por la presencia de ortos espectadores, y el desarrollo de la escena sólo se atienda por las voces de las actrices.
Noemí Cisneros da cuerpo a una abogada despreocupada por los asuntos ajenos con gran detalle y dominio. Rebeca Roa también consigue presentar con veracidad su personaje, una modelo a quien le ocupan los momentos fútiles con gran confianza y credibilidad en los otros personajes. Nandi Carmona se muestra entregada a su papel y conduce con precisión la emotividad de su mujer hipocondríaca. Haría falta más trabajo en las intenciones de Beatriz Bermúdez a quien llega a sobrepasar Leilani Cruz en los momentos en que conviven ambas hermanas.
El vestuario apoya al espectador para distinguir a cada personaje así como la iluminación de Selena Peña concreta los diferentes espacios de la obra. También son acertados la escenografía y el audio elegidos por la directora. La obra podría acrecentar su ritmo si se busca una precipitación más contundente sobre el desenlace de los mundos de estas mujeres y las renuncias que hacen unas por otras.

La obra se presenta los viernes hasta el 16 de mayo a las 19:00 hrs en el Aula-Teatro Escenario del Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras.

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